Domingo 26 de enero
Un domingo por la mañana, más concretamente a las 8h, uno tiene dos opciones: o está descansando aprovechando el fin de semana para planchar la oreja como dios manda o está durmiendo la mona con una resaca del 15 después de beberse el alcantarillado de Madrid. La opción que nadie te da es la de los “Hambrientos”: tíos que se levantan como resortes a esa hora con las piernas preparadas para reventar los pedales de la bici y si es posible ganar su propio Tour de Francia particular del día.
Un domingo por la mañana, más concretamente a las 8h, uno tiene dos opciones: o está descansando aprovechando el fin de semana para planchar la oreja como dios manda o está durmiendo la mona con una resaca del 15 después de beberse el alcantarillado de Madrid. La opción que nadie te da es la de los “Hambrientos”: tíos que se levantan como resortes a esa hora con las piernas preparadas para reventar los pedales de la bici y si es posible ganar su propio Tour de Francia particular del día.
En esta fresca mañana de Enero
nos encontramos preparados en la zona norte de Madrid, concretamente en Tres
Cantos y todavía más concretamente en el tanatorio de esa ciudad. Sí, el
tanatorio, habéis oído bien. Aunque no lo creais es un buen sitio para quedar,
no para ir de fiesta, pero sí para quedar y fijar un lugar de encuentro…por
tanto la ruta parte desde el más allá…
Los esforzados de la ruta (como diría el gran Javier Ares) conocidos
como Kibuko, Golfo, Milhouse, Maverick y un servidor (Podencus), salimos en grupo más o
menos ordenado, charlando amenizadamente mientras nos cruzamos con algunos
“compañeros de profesión” que decidieron empezar antes que nosotros. Un par de
charcos para comenzar y de repente y muy de sopetón, casi sin esperarlo diría
yo, se nos viene encima la primera cota de la jornada. Un repecho de
aproximadamente 100 m
con un % interesante . Rápidamente las cosas se ponen en su sitio y me dirijo a
cola de pelotón…aunque realmente lo que hice fue bajar a por bidones al coche
de equipo sólo que nadie creo que se lo crea jajajaja.
Pasado este primer alto montañoso de la jornada (puntuan Golfo, Maverick y Milhouse) aparece alguna zona de sube-baja, terreno pestoso que parece gustar puesto que da juego a las cabriolas y tonterías variadas y donde el grupo rueda compacto sin incidencias que resaltar. A destacar eso sí el paisaje y las bonitas vistas sobre la zona de trabajo de algunos pocos, lo que les recuerda que deben aprovechar el día al máximo que el lunes hay que levantar el país.
Pasado este primer alto montañoso de la jornada (puntuan Golfo, Maverick y Milhouse) aparece alguna zona de sube-baja, terreno pestoso que parece gustar puesto que da juego a las cabriolas y tonterías variadas y donde el grupo rueda compacto sin incidencias que resaltar. A destacar eso sí el paisaje y las bonitas vistas sobre la zona de trabajo de algunos pocos, lo que les recuerda que deben aprovechar el día al máximo que el lunes hay que levantar el país.
Rápidamente encontramos zona de
bajada. El terreno se convierte en favorable y como no, la sonrisa de alguno
brilla más que un millón de soles. Estamos hablando por supuesto de Maverick,
conocido en su pueblo como el “Tony
Martin de Alcorcón”, el cual se lanza dispuesto a que el cuentakilómetros
explote. Postura aerodinámica, buenos cuádriceps y pa’ adelante…de aquí al
túnel del viento no hay nada. Boardman es un niño con un triciclo a su lado.
La ruta continúa su camino
mientras Golfo hace de reportero de guerra haciendo fotos sin parar para que
queden inmortalizados esos momentos de esfuerzos máximos. Dice que una y no
mas, santo Tomás! Jajaja.
A las 10:40 h de la mañana giro mi cabeza con
vista en dirección NE siguiendo la fila marcada por el grupo y rejuvenezco unos
10 años. Cierro los ojos y me vengo arriba en banderillas. Como si viajara en
la nube de Goku y me hubiera transportado a otro mundo me veo vestido con el
maillot del Faema, del Bic, del Reynolds, del Banesto…me siento Merkcx, Anquetil,
Hinault, Indurain, Perico, Chava…soy una mezcla de todos…grandes gestas, epica,
heroicidad…bajo piñones, me levanto…veo pintadas en el suelo “Aupa
Podencus”…arranco…miro atrás…nadie me sigue…la moto que lleva la pizarra con
las diferencias me indica que las estoy aumentando…veo la pancarta de meta… y
derrepente el Challenger. Pego una explosión que pa’ que y me pasa Maverick, no
le aguanto ni dos metros. Intento seguir a Milhouse pero viene fuerte, no hay
quien le siga. Golfo parece asequible, pero claro, parece….Sólo el gran Kibuko
esta detrás pero lleva su ritmo pausado y progresivo y si el repecho dura 200 metros más no lo
cuento. Si ya dicen que los sueños, sueños son.
Coronamos los 5 arriba no sin
antes una breve conversación con una lugareña acerca de que si alguien había
gritado “Perroooooooo” y que por qué, si el perro se veía bien, que era más
blanco que copito de nieve y no se que…bueno en fin, que la gente está muy
loca. Nos metemos otra vez en zona de toboganes, sube-baja, pequeños rodeos que
Kibuko nos hace dar para tomarnos el pelo y ver si alguien se bautiza en algún
charco, casas enormes, barreras en donde se debate sobre la orografía del Sistema Central…no, si lo pasamos bien! Mientras, las piernas empiezan a ir
cargadas pero no importa los hambrientos pueden con todo (o eso parece).
Avanzamos llegando otra vez a la
localidad de Tres Cantos no sin antes una breve parada de tipo alimenticio
puesto que a Kibuko parece faltarle glucosa y en cualquier momento puede verse
avocado a la retirada cosa que no queremos. Es un gladiador y cual hormiga
aguanta el ritmo sin problemas. Milhouse y Golfo hacen bien su trabajo de
rastreadores avisando de la presencia de lugares donde se puede tomar un
refrigerio el cual es necesario para continuar la ruta.
Asique en la zona de avituallamiento
nos hallamos. Encontramos un bar con el cartel de Mahou y lo asaltamos. Le
pedimos al Jefry de turno que nos ponga unas jarricas y unas cocas y que si le
parece oportuno nos plante una tortillaca entera que tenemos más hambre que los
Pavos de Manolete. Es lo que tiene la burra!!!!!
-“¿No queríais una tortilla
entera? Poh hala! Ahí la teneis…”
En 5 minutos desparece y cuando
nos ponemos de nuevo en marcha lo que aparece es un tío que me está agarrando
las piernas puesto que parece que me ha sentado mal la parada y no carburo. Los
demás no dicen ni mu asique hago de tripas corazón y dejo que pase algún
kilometrejo para ver si me estabilizo. En efecto, era una pajara momentánea
(joder con la jarra de cerveza…).
Los últimos esfuerzos se
desarrollan en el famoso carril bici de Soto. Cruzamos el puente sobre la
carretera de Colmenar y nos plantamos en él para recorrer unos 2 kilometros
antes de llegar al final de la ruta del dia. Sin embargo, un último susto nos
alerta. Un silbido estilo cabrero de transhumancia nos avisa de lo que
viene…una grupeta de otro tipo de hambrientos enfervorecidos que nos hace seña
para que nos “quitemos” de en medio aparece de la nada. Debe ser que se juegan
alguna victoria de etapa o los puntos del sprint porque nos pasan como
cohetes…en fin, nosotros a nuestro rollo!!!!
Para finalizar volvemos a cruzar
por un puente la carretera y llegamos al punto de partida inicial donde también
termina la ruta después de haber recorrido unos 35 kilometros aproximadamente
(para Maverick esto es chatarra pero es lo que hay) y muy contentos eso si de
pasar el domingo haciendo lo que nos gusta y por supuesto con ganas de mas…
Ah! Y recordad! Cuando la
carretera se empine y mientras haya gasolina…leña al mono que es de goma!!
PODENCUS