La sección Palilleros de
los hambrientos se enfrenta a un nuevo reto………………………el calor!!!. Es la primera
ruta del verano y para ello se elige una villa de La Alcarria, Moratilla de los
Meleros, residencia habitual veraniega de Suki y Nescu. Solo hay que ver las
abejitas del escudo para comprobar cuál era la principal actividad de la zona.
La ruta no parece muy
complicada salvo por la predicción de altas temperaturas. Unos 14 km subiendo desde
el pueblo por el Barranco de Valseco y bajando de vuelta por el Valle del
Carraguadalajara.
El grupo compuesto esta
vez por: Maverick, Belice, Gaia , Macksa, Berme, Eska y los residentes Nescu y
Suki, se reúnen en la plaza junto a la Iglesia del siglo XVI construida por los
maestres de Calatrava. Este será nuestro punto de salida y llegada.
El primer tramo es
sencillo carretera y cuesta abajo, lo cual, provoca que el grupo de chicas se
quede rezagado cascando y poniéndose al día de sus cosas. Es lo único que rompe
la tranquilidad de un paisaje verde y con miles de amapolas. Bueno en honor a
la verdad el grupo de chicos que va delante se pone al día del Mundial
intentando comprender porque Argentina esta tan mal. Para que después digan de
los estereotipos...
Nos reagrupamos al
abandonar la carretera y comenzar el camino de subida de Valseco. Descubrimos
con alegría que no tenemos cobertura en los móviles y por tanto Macksa no puede
conectarse con el trabajo.
De pronto Nescu nos
advierte de que ha visto algo en el suelo, todos nos paramos y observamos una
culebrilla muchos más asustada que nosotros. Según investigaciones posteriores
puede ser una cría de Culebra de Escalera por sus particulares colores
negro-amarillo grisáceo en forma de escalera. No es venenosa y cuando sea mayor
alcanzará 1,60 m de longitud. Entonces ya veremos si jugamos con ella como con
esta pequeñina.
Dejamos a la pobre en paz
y seguimos subiendo el Barranco de Valseco, ahora sí con mucho calor. Algún
paisano baja con el coche de coger leña y nos mira como si fuésemos
extraterrestres a la par que gritan: “Pero
chicos donde vais con este calor o van a comer los tábanos”. La verdad es
que aunque se nos posan en las piernas no notamos picotazos y podemos seguir
más o menos tranquilos pero en alerta.
Parece que en esta zona de
sombra termina nuestra subida. Ahora tenemos que buscar la bajada hacia el
Valle del Carraguadalajara con algunas dudas del guía Nescu pronto solventadas
por la brújula andante llamada Maverick.
Y empezamos la bajada con
decisión eso sí con algún posado para las revistas del corazón con una nueva
aplicación móvil del omnipresente Maverick.
Cruzamos el Arroyo
Carraguadalajara, paramos un momento para refrescarnos y observamos como el
suelo, como si fuera un manto de nieve, está lleno de pelusilla blanca que
sueltan en primavera los chopos cercanos.
En un magnifico campo de
amapolas las chicas realizan un espectacular posado y aunque Maverick vuelve a
usar su nueva aplicación movil no hay retoques de photoshop, son así.
A los
chicos del grupo les entra envidia y también posan en el paraje conocido como “El Molino” donde como su nombre indica
había un antiguo molino de agua donde se molía el cereal.
Y por fin la meta,
llegamos a la Villa de Moratilla, lo hemos conseguido, y menos mal ya que Suki
había empezado a cantar, lo cual, en su caso es síntoma de que estaba un poco
en el límite...
Y como premio cervezas y
refrescos helados para los caminante en la acogedora posada de los padres de
Suki (en este momento no hay amigos cada uno se lanza a por el zumo de cebada
más cercano).
Allí se nos incorpora el
pequeño pelirrojo De Bruyne que nos esperaba con expectación.
Y después lo de siempre,
barbacoa baja en colesterol. Desde luego el “Deporte
da hambre”.
Alguna copichuela……Obsérvese
el Gin Tonic que se están tomando Gaia y Nescu.
Cuando parece que todo
llega a su fin Macksa aparece con un montón de globos, lo cual, es el inicio de
una guerra de agua a muerte donde el principal protagonista es De Bruyne.
En fin, ha sido un gran
día y queremos dedicar esta ruta en especial a los padres de Suki por su
espectacular acogida.
NESCU.