domingo, 8 de diciembre de 2019

¡¡Cuidado con el pollino!!

30 de noviembre


¡¡Por fin asomó el bigote!! No recuerdo ya cuánto tiempo ha pasado. Parecen eones. Quizá desde que los dinosaurios gobernaban la tierra... pero la espera mereció la pena. Casi se cumple lo que año tras año vaticina una conocida marca de turrones: vuelve a casa por Navidad... Madre mía, que estoy a punto de llorar de la emoción...¡¡VIMOS EL OTOÑO!! ¿Creíais que me refería a la aparición de Milhouse? Él no es tan importante 😂. Esta vez no fueron ni las hayas ni los castaños. La sorpresa nos la dieron los robles, que este año han decidido que la muda iba a ser más tarde. La pereza les pudo. Incluso la nieve les pilló con las hojas todavía verdes. 






La ruta fue escogida a propósito. No es la primera vez que la hacemos. Subida la Machota Menor desde Zarzalejo y vuelta por la silla de Felipe II. Pero este día se alinearon los planetas. Además de encontrarnos los robles espectaculares, la mañana se levantó con una niebla de esas que aparecen en las películas de barcos fantasmas. No se veía un pimiento. Y para este paisaje totalmente espectral, le venía al pelo la presencia de Milhouse. El cual se unió de su retiro espiritual como monje trapense, dedicado al estudio y a la oración... Siempre es bienvenida la oveja descarriada.










La subida a la Machota Menor, tuvo sus pequeñas dosis de aventura. Había momentos que no sabíamos ni por dónde estábamos. La niebla nos engullía. ¡Qué gran invento el GPS! Coronamos una cima creyendo que era el objetivo, pero no, éste estaba a unos 200 m perdido entre la niebla. Al igual que ocurriera la vez anterior, Belice decidió hacer de fotógrafa oficial y dejar a un lado la trepadilla a la cima de la Machota. Milhouse, la cabra, en dos zancadas se plantó arriba y a mí me costó algún arrastrón de culo 😂. La bajada tuvo algo más de enjundia, y no por su dificultad sino porque no sabíamos en qué dirección ir. De nuevo, bendito GPS.








La bajada hacia El Escorial, a pesar de haber algo de gente, no llegaba a estar masificada, por lo que no llegaron a brotar los instintos asesinos. Es aquí donde hicieron su aparición los robles. Parecía que estaban esperando nuestro paso para mostrarnos su mejor aspecto. Un auténtico lujo. La panorámica desde lo alto de un pequeño montículo era espectacular. Gran diferencia con la anterior ocasión en el mes de abril cuando aún los árboles estaban en porretas. Nos entretuvimos un buen rato disfrutando del espectáculo. Para una vez que aparece el sr. Otoño...












La vuelta hacia Zarzalejo la realizamos por el bosque de la Herrería, en el que no pocas fotos hicimos, y como al inicio de la ruta, únicamente nosotros tres por ahí perdidos. Qué poco se valora el silencio y qué necesario es.








Alcanzamos la calzada romana que hay antes de llegar a Zarzalejo, no sin antes  vivir uno de los momentos más surrealista que haya vivido en las rutas. Al ver un pequeño rebaño de ovejas tras una valla, Milhouse decide inmortalizarlo con su cámara. De repente, de la nada más absoluta, aparece un pollino rebuznando a grito "pelao" cara a cara con Milhouse, como si fueran dos púgiles antes del pesaje de un combate de boxeo. Milhouse, impertérrito ante el desafío del burro, siguió cámara en mano retratándolo. Sangre de horchata parecía que tenía Milhouse. Ni un músculo de su cara movió, creyendo que como en Parque Jurásico con el tiranosaurio, si no se movía, a lo mejor el bicho no le veía. He de decir, que si no llega a ser por la valla, hubiéramos visto un momento Ramoncín vs Paparazzi. La escena duró varios segundos. Yo me quedé impactado y cuando quise reaccionar para grabar la escena ya fue tarde. Belice, literalmente llorando de la risa. Parecía una escena sacada de una película de los hermanos Farrelly. Pero aquí no acaba la cosa. En un abrir y cerrar de ojos, el burro se dio la vuelta y puso el culo apuntando directamente hacia nosotros. La imagen mental de vernos empapados en cualquier tipo de fluido salido del trasero del animal, hizo que pegáramos una arrancada que dejaría tiritando al mismísimo Usain Bolt.

Fue la guinda a una ruta increíble. Bueno, eso y los bocatas de los que dimos cuenta después en el bar 😂.






MAVERICK



3 comentarios:

  1. 😂Lo del pollino pena no haberlo grabado aunque con la narración tan explícita, me puedo hacer a la idea y además imaginar las risas que os pasaríais.
    Una lástima perdermela, las obligaciones que parece q últimamente no me dejan posibilidad de poder compartir con vosotros la inmersión a la madre naturaleza.
    Las fotos plasman la estación que hace que pinte espectacular con ese contraste de colores.

    Lo que os faltó fue la cata del plátano esta vez.

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    1. Hombreee!!! Ya echaba yo de menos el comentario de rigor de Macksa. Pues lo del burro fue similar a lo del año pasado pero amplificado a lo bestia 😂😂. Habrá un tiempo sin nieve, así que espero verte. Nos vemos!!!

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  2. Solo por los bocadillos hubiese merecido la pena la ruta 😂
    Estaba el día de peli de miedo con esa niebla, el pollino estaba ahí para dar coherencia a esa niebla, "El pollino asesino" 🤣. Que crack Milhouse aguantando, yo le soltaba una galleta 😝
    ¡Nos vemos!

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