lunes, 3 de abril de 2017

En busca de la nieve perdida

Sábado 1 de abril


El palillismo está de moda. Creo que no cabe discusión posible. Este término acuñado por Podencus,y que hace que el grupo se mueva de un lado para otro al son del palillo en boca, está abandonando en el más completo ostracismo las rutas bicicleteras. Apartadas en un rincón oscuro y húmedo están nuestras compañeras fieles de aventuras. Buena culpa la tiene la falta de propuestas de los miembros del grupo.

De nuevo nos volvemos a reunir el "comando del palillo". Esta vez tenemos una ardua tarea por delante y como si se tratase de una de las aventuras del mismísimo Indiana Jones buscando su arca, nos toca ir en busca de la nieve en una época nada común para ella. Bien es cierto que durante la semana pasada nevó bastante para la época del año en la que estamos. Testigos de ello fuimos Belice y un servidor el sabado anterior. Nieve hasta llegar a la espinilla. Lo difícil esta vez era encontrarla después de las altas temperaturas que hemos tenido durante la semana.



Fotos de la semana anterior

Decidimos hacer la misma ruta de la semana anterior. Salir desde Valsaín y subir por la Chorranca hasta el refugio Aránguez. No las tenemos todas con nosotros viendo como está el panorama cuando pasamos con el coche por el puerto de Navacerrada, pero al ir a cara Norte, quizá haya una posibilidad. Eska está como un flan. Hace tiempo que no pisa la nieve y tengo miedo de que pueda llegar incluso a devorarla.

Esta misma ruta la hicimos en el mes de agosto con Wallet y Alhambra, pero el panorama es totalmente diferente. Hace fresco y en las cotas más altas está nublado, lo que hace que se respire un ambiente un poco más tétrico. Antes de comenzar la ruta, Berme nos deja con la boca abierta de par en par con su nuevo modelo gorra-braga fosforito. Espero que la empresa que los vende no base toda su economía en ella porque creo que tendrán que cerrar.



De momento, de la nieve ni rastro. Al poco tiempo de tomar el sendero principal, nos topamos con una ardilla fisgona y un par de corzos. La diferencia de paisaje es bestial respecto al del de verano, incluso con el de la semana anterior. El primer arroyo pone a prueba la valentía del grupo. Ahora los arroyos están crecidos y no es asunto baladí cruzarlos. Cada uno cruza por un sitio diferente. Belice tira por las bravas, corriendo por enmedio del arroyo. Mirindas encuentra un resquicio entre unas piedras para, de salto en salto, lograr cruzar. Los mismo hacen Berme y Eska.













Encaramos la primera cuesta de la ruta. Comienzan a caer unos copos de nieve, lo que nos hace presagiar que pronto la veremos. Traidora... A Mirindas le pasa factura la noche anterior con Sarraceno y los brebajes mágicos que se tomaron. Con un poco de esfuerzo y paciencia, alcanzamos la cascada de La Chorranca. Aprovechamos para hacer el primer avituallamiento, esta vez de donut fondant. Creo que los huesitos tienen los días contados... No hay nieve.





Seguimos subiendo, esta vez de forma más suave. Bien nos viene, para ir tomando aliento pensando en la cuesta que se avecina. Llegamos al punto en el que Belice y yo la semana anterior tuvimos que ponernos las polainas de la cantidad de nieve que había. ¡¡Que ven mis ojos!! ¿¿Nieve?? No acabo de decírselo al grupo, cuando Eska ya está dentro de la nieve pegando botes. La verdad es que es un poco desilusionante. Esta poca nieve es como una cagada de una paloma en todo un coche. Una simple mancha en el suelo. Lo único positivo es que nos hace pensar que más arriba podrá haber. Decido subir la cuesta sin hacer caso al GPS, de una forma más cruzada y no tan perpendicular. Esto evita que suframos bajas en la ruta.





Con un poco de esfuerzo alcanzamos el sendero que nos conduce a la pradera del refugio Aránguez. ¡Qué sudores! Mirindas no sabe si matarme o simplemente tirarme algo a la cabeza. Eso sí, todos los males se le pasan cuando ve un árbol en forma de culo y raudo y veloz, trata de hacerle una examen rectal. Seguimos sin ver nieve. 



La entrada a la pradera está toda embarrada por lo que nos imaginamos que poca nieve habrá. Lo único que vemos es algún pequeño nevero, que resiste a fenecer. Por fin llegamos al refugio, a casi 1900 m de altitud. Las montañas de alrededor está nevadas. No hemos alcanzado la nieve por apenas 50-100 m de altura. Una pena... Pero las penas con pan son menos penas, así que de cabeza a los bocadillos. Parece que estamos de suerte y las nubes se abren para que el sol nos caliente un poco. ¡Qué agusto se está!














Una vez la panza llena, toca volver sobre nuestros pasos. Elegimos regresar por el mismo sitio, ya que la vuelta que hicimos en verano, por la pista de asfalto, fue más bien aburrida. Eso sí, no pasaremos por la fuente del Chochete. Otra vez será. De nuevo una pequeña odisea para cruzar los arroyos, que finalmente es salvada por las bravas por Belice y más sutilmente por el resto del grupo. El tiempo mejora y desde el camino de vuelta podemos ver los 7 picos y la mujer muerta, lugares donde ya dejamos nuestra huella.









Y como manda la tradición, toca visitar la taberna del lugar, donde los donut vuelven a hacer su aparición. Berme y yo parece que no tenemos fin. ¡No hay harturaaaa!¡Venga grasa mala pa'l cuerpo!



No quería finalizar esta aventura sin antes darle la enhorabuena a Podencus, que se ha currado la media maratón de Madrid durante todo el año y ha batido su mejor marca personal. ¡Eres un grande!

MAVERICK







4 comentarios:

  1. Tan Feliz con mi trozito de nieve, ya solo por eso me encantó la ruta, para la próxima subimos Peñalara, no? ;-)

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  2. Jajajajaja estupenda crónica! Me he reído mucho con lo del árbol culo..Muy chula la ruta. Eska la próxima en Peñalara claro que si.. ¿Por que no? Ahí nieve no faltaba :) un abrazo a todos

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  3. Arriba la comunidad del palilloooooooo!!!! Qué elocuencia, qué pluma! Maverick,quizá te has confundido de profesión y lo tuyo sea escribir. Estás hecho todo un Galdós de la vida palillistica. Genial Valsain, genial compañía. Me hacéis feliz. Un abrazo a todos y nos vemos en la siguiente!

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  4. Noto cierta envidia porque no tenéis una gorra-braga fosforito 😂😂
    Mereció la pena subir solo por ver las vistas, cuando se despejó fue una pasada. La verdad que rutas así y con esta compañía, da gusto hacerlas. A esperar la próxima!

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