Gran Fondo La Mussara 2017. Crónica de un globero

Domingo 21 de Mayo

  

- No queda nada. 

- Esto está hecho. 
- Joder, que sí, que esto se acaba y lo vamos a conseguir. 
- Disfruta el momento.
- Piensa en todas esas horas de entrenamiento y...¡¡pero qué gustazo!!
- Sólo cruzar Reus y tanto esfuerzo habrá valido la pena.

Apenas diez horas antes y sin tanta conversación conmigo mismo, comenzaba la aventura. Se te pasa de todo por la cabeza. Nunca hemos realizado completa una prueba de gran fondo y eso da respeto. No sabemos como nos vamos a encontrar. Javich_GP no ha entrenado tanto como quisiera. Una nueva lesión en el pie tuvo la culpa.  Mi rodilla tampoco ha respondido muy bien a los últimos entrenamientos y la ya olvidada bursitis, hace acto de presencia los días antes de la prueba. Tenemos que acabar como sea, pero el reto es importante. 189 km por el Parque Natural de la Sierra de Montsant y por las Montañas de Prades en las cercanías de Reus (Tarragona), para acumular un desnivel total de 3200 m.

A pesar de la que se nos viene encima, estoy a tope de ánimos. ¡¡Esto hay que merendárselo!! 

Antes de pasar por el arco de salida, tenemos que esperar media hora de toda la gente que hay. Es cierto que hubiéramos salido algo antes si mi compañero no tiene que volver al apartamento a rellenar los bidones, que se le habían olvidado. ¡Qué se le va a hacer! El dirá que por cinco minutos... ;)

Por fin tomamos la salida. Tardamos en salir de Reus. Cogemos un grupo acorde a nuestro ritmo y para adelante. Las mariposillas en el estómago van desapareciendo a medida que calienta el motor. El primer puerto, La Mussara, llega pronto, apenas a 16 km de salir, al igual que mi dolor de rodilla. Subimos a buen ritmo. Este tramo es cronometrado, pero más vale guardar que esto es muy largo. Tengo que parar a mi yo interior, que está como si fuera un caballo en su cajón antes de salir a una carrera en el hipódromo. ¡Qué ganas de salir como un poseso cuesta arriba! Pero otra vez será. La ascensión nos la ameniza un tipo que pegaba unos resoplidos de aupa. Javich_GP y yo pensábamos que era algún tipo de motor. A mi me da la risa. El tipo va detrás y menos mal que no se da cuenta, o eso creo yo. La subida es espectacular. La gente anima desde las cuentas. La carretera hace varias curvas de herradura que se meten por el bosque. 

A la cima llegamos según el horario marcado por la organización. A partir de este punto tocaba crestear por las montañas de Prades. Un continuo subibaja. Daba gusto ver bajar a Javich_GP. Deslizaba la bici sin dar una pedalada, mientras yo me ponía a 1000 revoluciones por minuto para intentar seguirle. Nos reagrupamos al comienzo de cada subida. De este modo, pasamos los primeros 75 km, coronando los puertos de Picorandán y les Pinedes. En este punto nos despedimos de la gente que va a hacer la ruta corta y nosotros, ya sin remedio y sin posibilidad de vuelta atrás, a lo que habíamos venido a hacer aquí. A darlo todo. 

Aprovechamos a parar en algunos avituallamientos para comer y beber algo. El cuerpo necesita combustible. En torno al km 90, nos encontramos con la primera trampa de toda la marcha. En el perfil de la ruta aparece como un simple repechete, pero nada más lejos de la realidad. Esta tachuela nos deja tocados. Sobre todo mentalmente, ya que era algo que no esperábamos. Menos mal que después de coronar teníamos unos 40 km de terreno favorable. La zona sigue siendo espectacular y no descarto venir por aquí algún fin de semana con el comando palillero. 

Empieza a hacer calor. Mucho calor. Más de 30ºC. Me siento cansado y pesado. Javich_GP va como si nada. Qué aguante tiene. Es digno de admirar. El tramo desde el avituallamiento hasta el comienzo del penúltimo puerto se me hace eterno. Cogemos un grupo para quitarnos el viento de cara en el llano, pero la mala suerte hace acto de presencia. A uno de los componentes del grupo le da un calambre y el resto se quedan a esperarle, por lo que nos toca a Javich_GP y a mí tirar por el llano con el viento de cara. ¡Qué cosa más agradable a estas alturas de la marcha!

Comienza el penúltimo puerto, el Coll Roig. Sólo quedan dos y esto estará hecho. Hay que morirse encima de la bicicleta. La rodilla ya me importa un pimiento. Hay que echar el resto. Pero algo no va bien. La primera parte del puerto es muy tendida, en torno al 2-3%, y ya llevo todo el desarrollo metido. No voy. Javich_GP va por delante, a menor ritmo para esperarme, pero no voy. El gps me marca 35º y el cuerpo no tira. Nos pasa gente. Es en el primer puerto en el que nos empieza a pasar gente. Decido parar. No puedo más. Llevamos 140 km en las piernas y unos 2800 m de desnivel. Estamos un par de minutos a la sombra para refrescarme un poco. Javich_GP se para conmigo. Con compañeros así, da gusto. Recibo sus ánimos, aparte de un poco de agua milagrosa. Me tomo un gel, un buen trago de agua y aquello parece la poción de Asterix. Me noto en la bici como un avión. 

Al llegar al pueblo de Escaladei tomamos una curva a la derecha y vemos la que se nos viene encima. Una recta con más del 20% de pendiente. He de decir, que en la lengua del lugar, a estas rampas se las conoce como "No ploreu nens" que en cristiano viene a decir algo así como "No lloréis chavales". Vemos a la gente zigzaguear de un lado al otro de la carretera. Nunca habíamos subido pendientes tan bestias a lomos de la flaca. La imagen era todo un cuadro. Gente andando, otros pegando chepazos como Escartín en sus tiempos mozos... 

Me noto fuerte y tiro hacia adelante. Javich_GP va al borde de sus fuerzas. Intento animarle y motivarle todo lo que puedo. Me pongo de pie en la bici y como a un podenco, se me suben hasta las orejas. Tirón en los abductores que me obligan a parar. Al lado mío pasa Javich_GP y aprovecho para animarle. Qué mala bestia el tío y qué fuerza mental. Reanudo la marcha y cuando aquello parece que es el fin, tras un ligero llaneo, vuelven las rampas infernales. Para evitar ponerme de pie empiezo a hacer como una culebra, de lado a lado de la carretera para evitar la pendiente más dura. Tenemos que darlo todo. Si conseguimos pasar esto, llegamos al final. Nos retorcemos encima de la bici para subir como podemos y tras una larga agonía conseguimos coronar. ¡Qué sudores!

Veo a Javich_GP que llega con la cara descompuesta. Le dejo coger un poco de aire y le pregunto que si está bien. Me responde que le parece muy bien. No sé si no me ha entendido o es que va realmente tocado. Después de un rato en la sombra y tras avituallarnos, nos dirijimos al último puerto del día, el Coll d'Alforja. Hay que subirlo por narices. Con todo lo que quede y lo que no quede. Desde ahí será terreno favorable hacia la llegada. Algunos compañeros de fatigas comienzan ya a notar los efectos del calor y de la dureza. Uno nos llega a indicar sentado en la cuneta que, lo que necesita es un abanico. 

Último puerto. Apenas 4 km a un mísero 5% de media. Pero si hay algo que he aprendido desde que monto en bici, es que no hay puerto pequeño. La más simple tachuela te puede meter en un lío. No será este el caso. Sacamos todo lo que llevamos dentro y coronamos. 

Ya se nos atisba una ligera sonrisa. Nos lanzamos para abajo como alma que lleva el diablo. La vuelta a Reus no es una bajada en la que te dejes caer y llegues. Hay que dar pedales. Apenas puedo meter el plato grande por el dolor en la rodilla. Paramos a ayudar a un compañero que tenía una avería en la cadena y proseguimos la marcha. Ya vemos Reus y mi mente empieza a funcionar a 1000 por hora.

- No queda nada. 
- Esto está hecho. 
- Joder, que sí, que esto se acaba y lo vamos a conseguir. 
- Disfruta el momento.
- Piensa en todas esas horas de entrenamiento y...¡¡pero qué gustazo!!
- Sólo cruzar Reus y tanto esfuerzo habrá valido la pena.

Le digo a Javich_GP que disfrute del momento, que el objetivo es acabar. Ya habrá años para hacer marca. Poca gente queda ya en la llegada, pero los suficientes para vernos alzar los brazos. ¡¡Qué gustazooo!! Con un par. Merecido abrazo con mi compañero de fatigas, que estoy seguro que sin él y sus ánimos, no se si hubiera podido superar esa crisis. Sinceramente, he de decir, que una vez cruzada la meta, ni dolores, ni cansancio, ni mierdas varias. Sólo felicidad. ¡¡Pero qué grandes somos!! No hay nada mejor que cumplir el objetivo marcado y cómo no, recibir la gorrita de finalizador. Lástima que no sea entera de color rosa.

Sólo me queda dar las gracias a todos los Hambrientos, que nos han apoyado y que los hemos tenido presentes en cada momento. A unos más que a otros ;) En especial a mi querido comando palillero, que durante los dos últimos meses los he tenido abandonados, aunque muy bien se han apañado. A Belice, por aguantar todas esas tardes de entrenamiento y mañanas de fines de semana. Y cómo no, al tío más grande del mundo, un gran amigo que una vez más ha estado a mi lado, en un nuevo reto y ya van unos cuantos (Tourmalet, Monte Perdido, Posets, Mussara...). 

¡¡¡Muchas gracias a todos!!!

MAVERICK