Levantarse un sábado a las
6.30 de la mañana sólo tiene sentido si la ocasión lo merece. Hoy parece que es
así. Al menos ganas e intención no nos faltan.
PD: Esta semana nos ha
dejado Antonio Fraguas, “Forges”, que tan bien ha sabido sintetizar nuestra
actualidad en sus dibujos y viñetas. Te echaremos de menos. D.E.P.
Lo dicho, a las 6.30 de la
mañana suena el despertador y la radio me regala “Hells Bells” (AC/DC), que no
sé si las campanas me animan a seguir en la cama o levantarme. Como siempre,
una vez vencida la pereza del madrugón y “levantándome dando un salto mortal
porque hoy voy a pasármelo bien” como dirían los Hombres G, a las 8.00 hora zulú de
la mañana nos presentamos en el Puerto de la Morcuera con los primeros compases
de “Welcome to the Jungle” (Rolling Stones), Maverick y yo mismo (kibuko) listos para rockear como es debido.
Revisamos el material, con
un poquito de susto porque no encuentro mis gafas de sol y eso es muy mal
asunto para visitar la nieve en un día soleado, pero en seguida se oye un
suspiro de alivio. Las gafas estaban al fondo de la mochila. Nuestro plan de
hoy es subir a La Najarra por su cara noreste, ascendiendo por el Arroyo de la Vegija,
y dejándolo al final para atacar la cima
por uno de los corredores situados al sur de cauce.
La ruta comienza
descendiendo por el Camino del Monte Aguirre hasta el cauce del arroyo Vegija,
que podríamos considerar como una “Highway to Hell” (AC/DC) pura y dura que ya
está cubierta nieve y eso nos ocasiona algún que otro resbalón. Para no
descender mucho, pronto dejamos la autopista y vamos atravesando el bosque con mucha calma escuchando “El Espíritu del
Bosque” (Mago de Oz) y sin perder altura, a los pocos minutos nos encontramos
ya con nuestro objetivo, que divisamos con todo su esplendor.
Ante la magnitud de la
subida y la dureza de la nieve decidimos que ya es hora enfundarnos los
crampones y sacar el piolet de la mochila. Aquí comienza a sonar en mi cabeza
“For those about to Rock” (AC/DC, cómo no) con unas primeras rampas
interesantes para salvar un promontorio pedregoso situado en el margen
izquierdo del arroyo. La salva de cañones final de la canción nos indica que ya
podemos avanzar por el cauce hasta nuestro objetivo final.
Subimos por el cauce del
arroyo probando nuestras fuerzas e iba a decir sin prisa pero sin pausa, pero
más bien con prisa porque vamos subiendo como una exhalación… Tras un breve
descanso que aprovechamos para ajustar bien los crampones, comienza el rock and
roll del bueno en el que con las pendientes de 40o (rozando el 100%) y la nieve dura
nos acompaña “The Call of Ktulu” (Metallica y la Orquesta Sinfónica de San
Francisco). Disfrutamos como enanos y llegamos a la cima de la Najarra con los
últimos compases de la orquesta y salvando el final de corredor que pone a
prueba nuestra cabeza y nuestro buen hacer.
Ya en la cima, ¡¡a la que
hemos llegado en una hora y media!!, descansamos un poco y reponemos fuerzas
mientras observamos las vistas de toda la sierra madrileña que bien
merecen la observación como nos
recuerdan otros grandes como Pearl Jam en su canción “Lost Dogs”.
Y sin más dilación,
bajamos directos al Puerto de la Morcuera por la ruta normal (cara norte) con
“Hero of The Day”, como diría Metallica, tan contento, porque, ¡¡por fin!!,
señoras y señores, ¡¡¡Maverick ha estrenado sus crampones!!! Y para celebrarlo y
mostrar que estamos “Agradecidos” (Rosendo) por el gran comienzo de día que
hemos tenido, nos tomamos un buen pincho de tortilla acompañado de una buena
jarra de cerveza.
KIBUKO