viernes, 2 de noviembre de 2018

No sin mis raquetas

1 de Noviembre


Si ya en la crónica anterior me alegraba por el fin del verano, no esperaba que el inicio del invierno nos azotara tan pronto. Sin embargo, bien lo sabe el sabio refranero español que dice: "Por los Santos, nieve en los altos". Ya nos habíamos acostumbrado a los otoños de manga corta, quizá por el cambio climático que algunos se niegan a creer. La temporada pasada ya me quedé totalmente enganchado a lo de caminar por la nieve, y estaba esperando como un niño la noche de Reyes, la caída de los primeros copos. Eso sí, no pensé que hubiera nevado tanto.




Por fin nos juntamos, de nuevo, el comando pirenaico al completo. ¡Qué emoción! La ruta elegida fue la que tuvimos que abortar el pasado año porque Kibuko por poco se nos queda por el camino. Aún andan los bichos de la zona asustados por el sonido de sus toses. La idea era salir desde Valsaín y ascender por la parte trasera de Peñalara, bordear la cresta de Claveles y bajar por las lagunas hasta Cotos.



Mientras subía con el coche por el puerto de Navacerrada, veía nieve. Más nieve. Mucha nieve. Qué alegría pero también qué desazón. No esperaba tanta y por eso me dejé mi raquetas llorando en casa. Y yo lloraba por dentro viendo lo que íbamos a penar...

Después del vaivén de coches, aparcamientos y demás, nos ponemos en marcha desde Valsaín. Sitio más que conocido por todos nosotros. El bosque está increíble. Lástima que el otoño dure tan poco, o quizá ese es el secreto de que quedemos impactados cada vez que llega esta época del año. De momento ni rastro de nieve. Ya nos hartaremos más arriba. La ruta, por el momento no tiene ninguna bajada y sí más de una subida de las que te hace entrar en calor y sudar por todos los poros de tu cuerpo. 














Las primeras pinceladas blancas se empiezan a ver cerca de la cascada de la Chorranca, que a estas alturas del año, está espectacular. Nos avituallamos y tomamos resuello. El bosque hoy se ha levantado con ganas de cachondeo y el que lo siente en primera persona es Javich_GP, que mientras habla, recibe sin previo aviso un bolazo de nieve desde lo alto. Gran puntería la de la rama del pino.








Continuamos la marcha, bajo una ligera lluvia provocada por el deshielo de la nieve que hay en las copas de los pinos. A medida que ascendemos, cada vez hay más nieve. Kibuko y yo decidimos ponernos las polainas. El resto del grupo no las trae. Parece que creían que iban a una excursión por el desierto. Si vas a hacer una ruta por nieve, ¡qué menos que llevar unas polainas! Ponemos rumbo hacia el refugio Aránguez, dada mi insistencia. Por si alguien no lo sabe, a cabezonería hay pocos que me superen. ¡Que se note que uno es tauro! Comienzan los primeros hundimientos serios en la nieve, aunque de momento son hasta la rodilla. La subida hasta la pradera del refugio se hace pestosa, por el cuestarrón que hay que librar. Una vez alcanzado el sendero, con huella ya hecha, se va de lujo.















La vista desde la pradera no tiene desperdicio. Toda cubierta de nieve, cortada a cuchillo por unos pequeños arroyos, y de fondo Peñalara con la cresta de Claveles. Un auténtico lujo para la vista. Espléndido manjar para nuestros ojos. En el refugio volvemos a meterle combustible a nuestros cuerpos. Esta vez algo más serio, ya que la que se nos venía encima iba a consumir casi por completo casi todas nuestras reservas de energía. 









Teníamos que bordear la cresta de Claveles, haciendo huella en la nieve, que en el mejor de los casos, únicamente te hundías hasta las rodillas. En ese momento hubiéramos vendido nuestra alma al diablo por unas raquetas. Dos horas tardamos en hacer apenas dos kilómetros. ¡Qué sufrimiento! ¡Qué sudores! Aquello no acababa nunca. Durísimo. No sé qué ha sido más duro si subir el Tourmalet o el Galibier, la fruta de Mercadona o esos dos kilómetros. En algunos pasos, nos colábamos en la nieve casi hasta la cintura. Toda una odisea para salir del agujero. Y para colmo, asados de calor. Sobraba todo. 



















Por lo menos, durante tanto tiempo, tenemos tiempo para las reflexiones. Cuanto menos, es curioso lo de seguir las huellas de otro. Según Milhouse, yo iba dando pasos tipo Chiquito de la Calzada. He de decir que es todo un honor 😁. Cuando se ponían en cabeza Milhouse y Mottoretta, directamente no habrían huellas, sino que hacían una trinchera en la nieve. La verdad, es que muy práctico para el resto que íbamos detrás. Javich_GP se afanaba en dar pasos de 5 metros, con el consiguiente esfuerzo que nos costaba a los que veníamos detrás pisar sus huellas. Kibuko hacía huellas hacia atrás 😆. Únicamente se puso en primer lugar para coronar la cima... Las vistas desde aquí, como en el resto de la ruta, son increíbles. 






Por fin divisamos la laguna de Los Pájaros. Helada, eso sí. La primera vez que la veo así. Bien merece una buena parada con avituallamiento incluido. Me doy cuenta que no paramos de comer 😂. Toca relajarse y disfrutar. Ya hay huella hecha y encima, la nieve ha tapado los pedruscales. ¡Qué gustazo! 














Mientras bajamos, comprobamos que en los montes cercanos, ha caído tanta o más nieve. Directamente, Valdesquí está para abrir. Cuerda larga está hasta arriba también. Mientras, nosotros gozándolo a nuestro paso por las lagunas heladas. Ya en la zona final, la cosa se pone un poco más seria. La nieve pisada y que se está derritiendo, deja algún que otro resbalón, que por suerte no tiene consecuencias. Todos vamos pensando en el bocadillo que nos vamos a meter entre pecho y espalda y el miedo de encontrarnos la cocina de Venta Marcelino cerrada, hace que bajemos como aviones...¡¡¡El deporte da hambre!!!








MAVERICK



5 comentarios:

  1. Chavales, rutaza!! Dan fe mis piernas. Me lo pasé en grande y todo estaba espectacular. Espero que repitamos cuanto antes. Nos vemos!!

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  2. A mí me da, que vais por el bocata de después...🤣.
    Me imagino lo q habreis penado y disfrutado a la vez, sarna con gusto no pica y la nieve que tanto te gusta Maverick tiene su precio.
    Parece mentira viendo las fotos el contraste de las primeras con las de la nieve, parecen rutas diferentes.
    Estupendo poder compartir vuestra aventura. (En ésta no has tardado tanto como en la de Arenas de San Pedro😅)

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    1. Jajaja.Es lo que tiene un día ocioso de puente. A uno le da por escribir.

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  3. Que pasada de ruta!! Y que paisajes con la que ha caído de nieve!! Me alegro que lo hayáis disfrutado, se nota en la salida caras a pesar del sufrimiento
    Un abrazote

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  4. Como disfrutais pisando nieve Virgen.
    Una pasada las fotos.

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