jueves, 31 de enero de 2019

El Tío del Mazo

26 de enero

Misterioso personaje el que nos ocupa el relato de hoy. El Tío del Mazo o Monseiur Massó como dirían los franceses. Poco se sabe de él. Únicamente algunas reseñas en el mundo del ciclismo. Los que estéis más familiarizados con este deporte, ya lo sabéis.


Nadie lo ha visto. Siempre se escuchan leyendas urbanas, como con todo en esta vida.

-Yo lo vi una vez detrás de una curva, azotando una y otra vez a diestro y siniestro…

-Salió de repente del público y se puso a repartir como si no hubiera un mañana…

Todo mentira. Seguramente del mazazo que ya llevaban veían hasta  unicornios. Nada se sabe de sus orígenes. Quizás su pasado se remonta a la época de las runas, cervezas y la nieve… Asgard pudo ser su mundo y Odín su padre. Efectivamente, quien si no podía dar fama a un martillo. El mismísimo Tohr, dios del trueno. Llamado así por su capacidad de controlar dichos elementos o quizás por no tener control sobre sus esfínteres en una tarde de fabada. Puede que fuera Mario, el simpático fontanero italiano. Sí sí, el de los videojuegos, que cansado de romper barriles con su martillo para rescatar a una princesa de los brazos de un gorila, se hubiera pasado al deporte. Actualmente hay teorías que van encaminadas a que el Tío del Mazo podría ser el negro del wasap. Todo son especulaciones. Lo único que se sabe, es que como te arreé, apaga y vámonos. Te deja más flojo que la cagada de un palomo.





En este grupo, es como un miembro más. A casi todos nos ha sacudido alguna vez, incluyendo pérdidas de conocimiento. Vamos, que nos ha pegado a lo grande. Con Mirindas ha hecho buenas migas, y cada dos por tres el Tío del Mazo va a visitarle. Esta vez, iba a hacer una nueva amistad. Nescu, tan contento él al empezar la ruta, no se esperaba que iba a trabar una estrecha relación con tan singular personaje. He de decir que la amistad con este individuo, surge de repente. Aunque tú no quieras. Es así de particular. A veces no estamos preparados para ciertas amistades. Quién sabe si será el inicio de una larga amistad. El tiempo lo dirá… Belice, Kibuko, Poppy y un servidor, fuimos testigos de como se conocieron. Eso sí, creo que hablo por todo el grupo al decir que no le conseguimos ver. Únicamente huellas en la nieve. No sabemos si alguna de ellas pertenecería al Tío del Mazo. 





Camino del puerto de la Fuenfría, poco transitado por nosotros, y tras el “complicado” cruce de un arroyo, hizo estragos en Nescu. Coincidía con la única cuesta de la ruta. Bautizada por mí como la vinagrera. Básicamente porque como la subas un poco rápido, cagas vinagre del esfuerzo. Se ascienden unos 250 m en apenas 750 m. Seguramente, escondido detrás de un pino y tras el paso de Nescu, le azotó con toda la saña posible con su mazo en la cabeza. Al decir con saña me quedo corto. ¿El resultado? Nescu sufriendo un iniestazo. Estaba níveo. Blanco. No sabías si era un muñeco de nieve que había hecho gente que pasó por allí antes. Se tuvo que sentar incluso para tomar algo de resuello. Unos caramelos al estómago, y a ver si pasa el mazazo.







Medio recuperado, Nescu se vuelve a poner de pie. Menuda amistad se ha ido a buscar. Entre mi amistad y la del Tío del Mazo, vas apañado 😂. Intentamos proseguir, pero de nuevo, sin previo aviso, otro mazazo que te crio. ¡¡Esto ya es vicio!! De nuevo el culo al suelo a ver si regresan las fuerzas. El comité de sabios, decide abortar el ascenso a la Fuenfría y cambiarlo por un paseo tranquilo a la orilla del Eresma hasta alcanzar la Boca del Asno. Teníamos que rescatar a Nescu de los brazos del Tío del Mazo. 







De los 750 metros de la vinagrera, recorrimos apenas 100 y el tipo se apareció dos veces. Si seguimos subiendo, lo mismo hasta se casan. Al final con la tontería, cerca de 13 km pateamos, y eso que habíamos abortado la ruta. Pero el buen hacer de Nescu en el llano, nos animó a gastar algo de energía para que luego las cervezas supieran mejor.




MAVERICK



2 comentarios:

  1. Una lástima, el mal rato que pasaria Loren, pero una vez superado como buen hambriento, las merecidas cervezas del final tuvo que disfrutarlas seguramente.
    Para la siguiente lo conseguirá. Por cierto el tío del mazo se presentó antes o después de los Donuts de chocolate🙄?
    Por lo demas me imagino q disfrutarías del paisaje, q fresquito tenía pinta de ser.
    A mí se me sigue arrugando el estómago de lo mala que he estado desde Valsain.

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    1. Los donuts fueron después.jaja. para reponer fuerzas. Has empezado el año muy flojuna,eh?

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