lunes, 23 de noviembre de 2015

La primera verde del Tajuña

Sábado 14 de noviembre

Un sábado más, un reducido grupo de hambrientos se vuelve a juntar para, en este caso, dar unas cuantas pedaladas por la Vía Verde del Tajuña. Los integrantes del grupo esta vez son: Maverick, que comienza su entrenamiento para la Quebrantahuesos (¿o era la Treparriscos?), Javich_gp (alias el tío más grande del mundo) que cuesta decir un deporte que no practique y Kibuko que ha decidido probar a ver qué es esto de la bici de carretera.

Como siempre hay cosas que nunca fallan y Javich_gp no encuentra el punto de reunión… Su memoria es inversamente proporcional a lo grande que es el tío. ¿Cuántas veces habrás estado allí? Pues nada, que no es capaz de recordar que es la salida 25…

Una vez todos juntos y preparadas las flacas, recibo las primeras explicaciones de cómo cambiar y frenar y hago las primeras pruebas. Las primeras sensaciones no son muy halagüeñas, demasiado frágil la bici, parece como si te fueras a caer en la primera curva, nada que ver con la bici de montaña, pero bueno, todo es ponerse y empezar a hacer kilómetros, así que sin más dilación, cogemos el carril bici y empezamos a darle cera que es a lo que venimos.



Al principio vamos los tres en grupeta, pero pronto el ritmo de pulsaciones de Maverick es demasiado poco para Javich_gp y Kibuko que se escapan del pelotón pulsaciones y negocian la subida hasta la cementera de una forma gloriosa. Allí, con un espléndido paisaje bajo la sombra de la cementera esperan a Maverick, que llega sobrado, pero su estricto entrenamiento a base de pulsaciones (¿cuántas veces he escrito ya pulsaciones?), no le deja seguir el “endiablado” ritmo de los escapados.




Desde la cementera comienza la bajada hasta Morata de Tajuña, que es bastante agradable  con buenas vistas de todo el valle, con Maverick a la cabeza y Kibuko y Javich_gp a rueda para ahorrar fuerzas. La verdad es que la bajada se hace bastante bien, pero no termino de encontrar la postura. Si no me duelen los hombros y los codos, me duelen las muñecas… ¿pero por qué resulta tan incómoda la bici de carretera? Con la de montaña no hay estos problemas, ¡hombre!





A pesar de las incomodidades, llegamos en un suspiro a Morata de Tajuña, atravesamos el pueblo y continuamos por la vía verde (más incómoda que la carretera, pero más segura) hasta llegar a Perales de Tajuña.  La ruta aquí nos da algún susto en forma de bache que evitamos por poco y alcanzamos Tielmes. Aquí Maverick pregunta por la posibilidad de seguir hasta el final, pero la espalda, los hombros y las muñecas me duelen bastante y a pesar de  que las fuerzas acompañan pido cambio y la vuelta a atrás también. Así que tras las fotos de rigor, nos damos la vuelta ya pensando en montado que vamos a pedir en Perales de Tajuña, que con las ganas de comer que hay llegamos, soltamos las bicis y pedimos unos buenos montados, pero claro, no somos los únicos que hemos decidido parar en el mismo bar, así que los montados tardan un poco.








Tras recuperar fuerzas, iniciamos la subida de nuevo hacia Morata de Tajuña y la cementera. Aquí entran en juego otra vez las famosas pulsaciones y cada uno negocia la subida como le conviene. Maverick continua su control a bajo ritmo, Javich_gp se escapa tirando de piernas y yo cojo un buen ritmo (lento pero seguro como un buen 600). De repente, siento una respiración detrás y una sombra pasa a mi lado como una exhalación… pero que!! Como no, ha sido Maverick haciendo una de sus pruebas de esfuerzo y poniendo las pulsaciones al ¡¡¡103 %!!! ¡¡Hay que entrenar más!! Se oye… ¡¡En junio hablamos!! Responde…






Y, finalmente, después de unos cuantos piques, ataques, etc… comienza la última bajada desde la cementera hasta Arganda, que disfrutamos bastante, porque se hace bastante rápido y sin problemas. Las sensaciones son bastante buenas, porque los km vuelan con la flaca pero no termino de encontrarme cómodo, así que ya veremos si repetimos.


KIBUKO

1 comentario:

  1. Me parece lamentable eso de "asi que ya veremos si repetimos" Despues de dejarte mi bici y pincharmela...que desagradecido. Jajaja

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